Cuando escribí mi primer libro sobre técnicas de memorización, Consigue una excelente memoria publicado por la editorial CCS en 2008, no tenía en mente ningún público específico. El desafío era reunir y poner negro sobre blanco cuanto había aprendido sobre el tema a lo largo de los años —antes de que algún punto se perdiera en el laberinto de mi memoria— y compartir estos conocimientos con todos los que, como yo, se sintiesen atraídos por la magia de las técnicas de memorización.
Casi nadie lo sabe, pero cuando desbloquean su teléfono o smartphone dibujando un trazo sobre los puntos que aparecen en pantalla, en realidad están utilizando un viejo sistema mnemotécnico conocido en su día —mucho antes de que se inventaran los teléfonos— como diagrama numérico.
Este sistema parte de la idea de que a veces resulta más fácil recordar la forma de un trazo que no unos números, por tanto, vamos a imaginar una cuadrícula con los números del 1 al 9 y, en lugar de memorizar determinada cifra, memorizar la figura resultante de trazar unas líneas a través de los números de dicha cifra.
Bernard Zufall (1894-1971) fue un mago o ilusionista norteamericano —más concretamente, natural de Nueva York—, famoso por su excepcional memoria.
Cuentan que solía presentarse a sí mismo como «La enciclopedia humana» o «Señor memoria» y que en sus espectáculos...
Recuerdo que siendo niño un día me sorprendió mucho ver que el libro de ciencias describía marte como el planeta rojo. Aquello, sin duda, debía ser un error. Mi mente infantil atribuía a cada planeta un color y a marte le correspondía el verde, nada de rojo (vamos, ¿rojo?, ni por lo más remoto).
Véase la entrada sobre sinestesia.
Hace unos días me entrevisté con el periodista Sergio C. Fanjul, que preparaba un pequeño reportaje sobre el tema de la memorización. Como experto en mnemotecnia, buscaba en mí la opinión de alguien a favor de la memorización, razón por la que se sorprendió un poco cuando dije: «Yo no soy partidario de memorizar aquello que no necesitamos memorizar» (puede verse su artículo en la web de El País).
La cuestión de las imágenes mentales siempre ha sido un tema fascinante. De lo hábiles que estemos a la hora de construir, de fabricar estas fantasías, depende en buena medida el que después podamos recordar los datos que representan, de ahí que el asunto constituya un punto de gran interés.
Un consejo habitual, en pos de la efectividad, es que compongamos imágenes absurdas, sin pies ni cabeza ni ningún tipo de verosimilitud.
¡Uf!, ¿se trata de un bueno consejo?
Reconozco que soy un apasionado por la historia de la mnemotecnia. Esto resulta evidente al hojear La pastilla verde o el más reciente título En busca de la memoria perfecta. El motivo, más allá de la innata curiosidad por descubrir mundos pasados, es que he aprendido más de mnemotecnia leyendo viejos tratados que libros actuales. O, mejor dicho, las técnicas las he descubierto leyendo a autores contemporáneos pero la esencia, el porqué, lo he comprendido examinando documentos escritos hace siglos (literalmente).
Un caso concreto es el de Eiximenis y su Ars praedicandi populo redactado en fecha incierta, pero aproximadamente poco antes de 1378.
En el libro La pastilla verde se cuenta la anécdota de Beniowsky con el nombre en latín de las plantas, que no había forma de que se le quedaran en la memoria hasta que encontró la técnica apropiada para memorizar estos datos (véase La pastilla verde, capítulo 14, pág. 151).
Para que puedas vivir tú también esta experiencia —a ver qué tal se te da la solución expuesta en el libro—, propongo un pequeño juego.
21/11/2019 1 comentarios
ETIQUETAS: colesterol guía interferencias loci lugares Quijote Sancho
Supongamos que deseo memorizar las listas de alimentos buenos y malos para el colesterol. Para ello voy a utilizar el método loci aprovechando mi ruta habitual de lugares señalados en el salón de casa: lámpara de pie, sillas, televisor, etc.
Inicialmente, utilizar la misma ruta para memorizar ambas listas de alimentos (buenos y malos para el colesterol) resulta muy mala idea. ¿Por qué? Porque es evidente que van a surgir interferencias.
18/11/2019
CATEGORÍA: Consejos Experto Historia
ETIQUETAS: ars memoriae Eco interferencias loci lugares olvidar Trebisonda
Un inconveniente que puede presentar el método de los lugares —y todos cuantos parten de las misma idea— son las conocidas interferencias, estos es, que al tratar de recuperar el dato asociado a un lugar nos vengan a la mente varias de las imágenes que con el tiempo hemos construido en dicho lugar, y no logremos discernir cuál de ellas es la que nos interesa ahora (interfieren unas con otras).
La forma tradicional de esquivar este problema consiste simplemente en disponer de varias rutas y cada vez utilizar una distinta, de modo que cuando se agoten y volvamos a empezar por la primera habrá transcurrido el tiempo suficiente como para, en caso de interferencias, poder distinguir claramente las imágenes más antiguas de las más recientes.
Pero... ¿y si pudiéramos sencillamente olvidar las imágenes viejas y eliminar así una posible interferencia con las nuevas?
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