Hace unos años, allá por el 2005, se hizo popular el videojuego Brain Training auspiciado por el neurocientífico japonés Ryuta Kawashima. Diseñado como una especie de gimnasio mental donde ejercitar el cerebro, prometía el desarrollo de habilidades mentales como la memoria, recomendándose incluso como prevención contra el alzheimer. La idea partía de la premisa de que nuestra memoria es como un músculo: cuánto más la ejercitemos más fuerte y eficiente será.

¿De verdad esto es así?

Algunos se lo tomaron en serio y se propusieron dilucidar si detrás de toda esa parafernalia publicitaria había realmente algo de verdad. Los estudios vinieron a concluir que con la práctica se mejoraban los resultados del juego, pero que estas mejoras no se reflejaban en otras actividades del día a día. Es decir, no se desarrollaba ninguna capacidad; simplemente, a base de insistir, se encontraba la forma de mejorar en el juego, pero nada más.

Detengámonos a pensar en el asunto un momento.

Si empiezo a ir al gimnasio a levantar pesas para coger fuerza en los brazos, por ejemplo, con el ejercicio desarrollaré los músculos y podré levantar con más facilidad, no solo las pesas del gimnasio, sino cualquier cosa que se presente.

Del mismo modo, si la memoria fuese como un músculo, con el ejercicio de memorizar poesía, por ejemplo, desarrollaría la memoria y podría después memorizar con más facilidad cualquier cosa que se presentase, ¿no?

Pues no.

La realidad, como demostraron con las pruebas del videojuego Brain Training, es que memorizando poesía consigo mejorar en la memorización de poesía, pero luego a la hora de memorizar números, por ejemplo, resulta que estoy tan limitado como cualquiera que no haya entrenado nada.

Conclusión: eso de que la memoria es como un músculo no es más que un mito, una falsedad. La memoria se adiestra, pero no se desarrolla; con el ejercicio aprendemos a memorizar y mejoramos los resultados de ese ejercicio, pero esta mejora no es porque tengamos más memoria, sino porque descubrimos un mejor modo memorizar.

¿Por qué vengo a decir todo esto? Por que muchas personas, siguiendo la idea del músculo, están convencidas de que las técnicas de memorización aprovechan para desarrollar la memoria. ¡Falso!

Las técnicas de memorización enseñan a memorizar, hasta el punto de que una persona hábil con estas técnicas es capaz de proezas memorísticas que, para alguien ajeno al mundo de la mnemotecnia, le parecerán imposibles, solo al alcance de una mente privilegiada. Y la impresión es que gracias a estas técnicas ha desarrollado una memoria prodigiosa... pero nada más lejos de la realidad: simplemente a aprendido a memorizar.

Por tanto, la próxima vez que oigas sobre «desarrollar la memoria», que la memoria «es como un músculo», etc., no lo tomes de forma literal, no es algo que se ajuste a la realidad, tan solo es... un modo de hablar.

NOTAS:

1. En su momento el videojuego Brain Training recibió duras críticas: un especialista en la memoria como Alain Lieury, por ejemplo, de la Universidad de Brittany (Rennes), afirmó que todo esto no era más que «pura charlatanería», y la empresa responsable del juego fue denunciada teniendo que hacer frente a una multa por publicidad engañosa.

2. Esto no significa que los ejercicios de agilidad mental resulten inútiles, tienen su aplicación y pueden ser muy positivos, pero no van a obrar los milagros que muchas veces se anuncian (una rutina de salir a pasear por el parque, por ejemplo, seguramente haga más por tu memoria que estos juegos).