Hay libros —no por eso dejan de ser buenos libros— que básicamente son una recopilación de técnicas (Tony Buzan, por ejemplo); otros se centran principalmente en la experiencia del autor con esas técnicas o las que ellos mismos puedan haber improvisado (Dominic O’Brien, por citar otro ejemplo).

Ni unos ni otros son el modelo ideal para dar el primer paso en el mundo de la mnemotecnia, objetivo que sí alcanza satisfactoriamente Albaigès con este texto.

Con el subtítulo de Curso práctico para dominar las reglas mnemotécnicas, estamos ante un libro —como el comentado en la entrada anterior—; que huye de la clásica estructura narrativa para adoptar otro esquema de voluntad más didáctica; un intento por involucrar al lector en una dinámica participativa que haga de la lectura, no un entretenimiento, sino un aprendizaje.

Esto se materializa en capítulos de explicaciones breves y variadas propuestas de sencillos ejercicios que permitan al lector progresar y valorar por sí mismo su dominio de la materia.

Se trata, en pocas palabras, de un libro agradable, no muy extenso —no llega a las cien páginas— pero que resume la verdadera esencia de la mnemotecnia: el objetivo final es que puedas presumir de una buena memoria sabiendo poner en marcha los principios de las técnicas de memorización (aunque no lo parezca, también expone muchas de estas técnicas) e ilustra el proceso con ejemplos de cómo recordar números, caras y nombres, adivinar el día de la semana…

Incluye también un capítulo dedicado a «Aprender a estudiar».

Véase también, del mismo autor, Ayudando a la memoria.